Alimentarse es una necesidad básica, después de la respiración, es lo más importante que haces en tu día, ¿lo has pensado así?
Cuando escribo sobre alimentación, no me refiero solamente a lo que comes o tomas, me refiero a lo que respiras, a lo que piensas, escuchas, hueles, etc. Desde la crema corporal, loción o perfume que usas, la cual entra a tu cuerpo por medio de tus poros, hasta el contacto que tienes con la naturaleza, el aire que respiras, las personas que rodean tu entorno, lo que ves en redes sociales o en la TV, pues todo ello tiene un impacto muy fuerte en tu forma de sentir y pensar. Si alimentas tu cuerpo de cosas positivas, te convertirás en ello, y viceversa.
Ahora, respecto a la alimentación “secundaria” …. En los tiempos corridos de hoy, y con tanta información disponible, es un RETO elegir cómo y de qué alimentarse. Existen X cantidad de dietas de moda, y mitos sobre lo bueno y lo malo… aquí te dejo algunas cosas básicas a considerar,
A pesar de que todos somos seres humanos, nuestros sistemas digestivos funcionan de manera muy diferente, pues cada uno de nosotros lleva un “mundo de bacterias buenas y malas” dentro de nuestros intestinos, y esto hace que todos asimilemos la comida de diferente forma. Por ello, un paso vital es identificar qué alimentos son buenos para TU cuerpo, y cuáles no. Puedes optar por probar llevando un diario de comida, e ir haciendo un espacio para analizar cómo te sentiste al final del día con lo que consumiste, inténtalo durante 30 días... te sorprenderás con los resultados.
Enfócate en combinar tus alimentos, tu cuerpo necesita proteínas, carbohidratos y grasas saludables, asegúrate de que cada comida contenga un balance entre los tres. No siempre es necesario eliminar los carbohidratos complejos como avenas, harina integral, maíz.
Asegúrate de incluir al menos 5 frutas y verduras en tu alimentación diaria. Utiliza los colores del arcoíris, tu cuerpo necesita de todos los colores para funcionar.
Intenta comer más orgánico, y menos procesado, es decir, todo aquello que viene en bolsitas puede ser reemplazado por aquellas comidas que son naturales, en vez de una bolsa de papalinas, puedes comer una zanahoria en trozos, por ejemplo.
Planifica tus comidas, toma 30 minutos del fin de semana para preparar tus snacks o comidas, esto ayudará a que empieces a pensar en comer mejor, y poco a poco se volverá un hábito que no querrás perder.
Por último… intenta comer porque tu cuerpo te lo pide, es decir, cuando tu estómago empiece a sentir necesidad de hacerlo, y no cuando tu cabeza te diga que tiene un antojito de algo para pasar el tiempo. Recuerda, nuestra comida forma nuestro cerebro y cuerpo, ¿cómo quieres pensar y verte?
En tu próxima comida, tómate un minuto para reflexionar y analizar si estas llenando un vacío o si estas formando tu cuerpo y alma… es allí donde TODO puede cambiar.
Si estás leyendo, gracias por tomarte el tiempo de hacerlo, espero haber aportado algo positivo en tu vida.
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